Santo Domingo de Guzmán

Estrecha, agradable y angosta. Empedrada y conventual recoge esta calle de Santo Domingo de Guzmán una aire que bien podría recordar el Valladolid más medieval. Caserío bajo, no más de 3 alturas y acompañando su recorrido, el convento de las Catalinas, de hermoso claustro y misteriosos adentros.
Al caer la noche aguarda un silencio singular que ilumina vagamente el adoquinado entre pasajeros de sombra y sombrero, paseantes nocturnos que arrojan vida a esta calle de paso singular y urbana belleza.




Comments